A lo largo de la historia, el modo por el cual el hombre hace la guerra ha ido cambiando. Una de las cuestiones que siempre estuvo sobre la mesa era buscar una manera efectiva de localizar al enemigo en tiempo real para saber donde atacar. Al principio, se usaban globos aerostáticos, luego aviones de reconocimiento y más tarde satélites.
Actualmente, los soldados en el campo de batalla pueden saber exactamente donde abrir fuego gracias a un pequeño aparato: el dron. Pero no estamos hablando de los grandes drones de ataque a los cuales estamos acostumbrados, sino las pequeñas aeronaves de uso civil que se pueden conseguir en Internet. Y es justamente la facilidad para adquirirlos, su simplicidad y su sigilo lo que los convierte en armas letales.
Actualmente, podemos ver que las tropas ucranianas los usan con mucho éxito para corregir los ataques de artillería en tiempo real, permitiendo acabar con las tropas enemigas con altísima efectividad. A esto se le suma que algunos drones fueron modificados para poder pequeñas cargas explosivas, extendiendo su rango de capacidades.
No es novedad el uso de vehículos no tripulados en los conflictos armados, pero estos pequeños #drones civiles podrían ser un verdadero terror para las tropas de cualquier país, ya que su tamaño los hace difícil de derribar, mientras que cumplen un rol muy importante. ¿Podría este sentimiento de estar siendo constantemente observado afectar la moral de los soldados en el campo de batalla?
A pesar de que una de la marca de drones más grandes del mundo, @DJIglobal, ha prohibido el uso de sus drones en el actual conflicto europeo, no tiene manera de regular este mercado, y es probable que observemos un uso más extenso de los mismos.
Por Felipe Tamaño Wayar - Estudiante de Relaciones Internacionales en la Pontificia Universidad Católica Argentina.
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