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La candidatura argentina ante BRICS: ¿es posible un BRICSA?

Agustín Méndez


El 7 de julio de 2022 el Canciller argentino Santiago Cafiero se reunió con su par chino Wang Yi en Indonesia con el objetivo de formalizar el apoyo de China a la candidatura de Argentina para unirse al BRICS. Wang Yi expresó que la Argentina puede “contribuir a fortalecer y ampliar la voz en defensa de los intereses del mundo en desarrollo''.


El término “BRIC” surgió en 2001 de un trabajo del economista de Goldman Sachs Jim O’Neill, quien utilizó este término para describir a los principales mercados emergentes que presentaban tasas de crecimiento mucho mayores a las de las potencias occidentales: Brasil, Rusia, India y China. Los cuatro países celebrarían su primera cumbre en 2009 e incluirían a Sudáfrica en 2010 con el objetivo de brindar representación al continente africano.


El BRICS se constituyó principalmente como un foro de voces críticas al sistema financiero global, a sus instituciones (FMI, Banco Mundial) y a la hegemonía estadounidense. El bloque plantea un mundo policéntrico, horizontal y más democrático que el actual. Sin embargo, con la anexión rusa de Crimea en 2014 y la creciente agresividad china, el bloque fue perdiendo prestigio en el mundo. A su vez, el BRICS no es un bloque homogéneo, ya que presenta diferencias entre los países en temas centrales como el grado de confrontación con Occidente (Rusia y China tienen una postura confrontativa, mientras que Brasil y la India presentan una postura de equidistancia) o en el peso económico que representan (China e India mantienen un gran crecimiento mientras que Brasil, Rusia y Sudáfrica sufrieron grandes recesiones y estancamiento).


La entrada de Argentina a este bloque podría presentar oportunidades para diversificar sus relaciones con los diversos centros globales de poder, fomentar la cooperación Sur-Sur y estrechar los lazos comerciales con dos de las economías más grandes del mundo. Sin embargo, el desprestigio del BRICS sumado a las claras fracturas entre sus miembros generan muchas dudas sobre la efectividad que puede tener este foro en lograr reformas en el sistema internacional y consolidarse como un contrapeso a las potencias centrales.


La propuesta de ampliar el BRICS surgió en 2017 cuando el ministro de relaciones exteriores chino planteó la necesidad de ampliar el bloque para forjar nuevas alianzas regionales, incorporar mercados emergentes y expandir las relaciones comerciales con los diversos interlocutores del mundo. Entre los posibles candidatos de esta expansión encontramos a Argentina, México, Nigeria, Turquía, Egipto, Irán, entre otros.


Sin embargo, el acercamiento de Argentina con el BRICS no es algo nuevo. Argentina ha sido invitada a participar de tres Cumbres de BRICS a lo largo de los años (2014, 2018 y 2022) y la idea de un BRICSA se viene barajando desde 2014. Formalmente, Argentina goza del apoyo de los 5 países del bloque, sin embargo, en la práctica Brasil ha sido el principal opositor a la candidatura argentina. Esta posición se debe a la reticencia de Brasil de perder su lugar como único representante de la región latinoamericana.


¿Es factible la incorporación de Argentina al BRICS? ¿Qué beneficios o costos podría traer esto para nuestro país? ¿Puede el BRICS actuar como un contrapeso en el contexto actual de desprestigio ruso?



Por Agustín Méndez - Estudiante de Relaciones Internacionales en la Pontificia Universidad Católica Argentina.

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