El pasado 20 y 21 de Julio, en la capital de la República del Paraguay, se celebró la 60ª cumbre del proceso de integración que alberga a la Argentina, a Brasil, a Paraguay y a Uruguay. El presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, quien fue designado como Presidente pro tempore del Mercosur, en diciembre de 2019, fue el anfitrión de una complicada jornada en donde Alberto Fernández y Luis Lacalle Pou fueron los protagonistas ante la llamativa ausencia de Jair Bolsonaro.
Temas que se trataron
La crisis alimentaria y energética, derivada de la guerra en Ucrania, ha atraído la atención mundial sobre Sudamérica, debido a que es una de las regiones líderes en la exportación de granos. Los presidentes de los 4 países del Mercosur coinciden en que tienen una excelente oportunidad pero discrepan en cómo aprovecharla.
Postura Uruguaya
El Presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, declaró estar decidido en llevar adelante un acuerdo de libre comercio con o sin sus socios. “Uruguay no se va a amputar porque le asiste el derecho. Es un sentir nacional avanzar en ese sentido, y si es con los socios mejor” declaró el mandatario en respuesta al presidente argentino y su pedido de negociar en forma conjunta de acuerdo a los estatutos del Mercosur, con el objetivo de protegernos.
“La mejor manera de proteger a mi nación es abriéndome al mundo y por eso los pasos que toma Uruguay”
Normas del organismo
Las normas del organismo prohíben a los estados miembros negociar individualmente acuerdos con terceros países. Obligan también a que cada decisión se tome por consenso, lo que ralentiza también cada paso que se da. El ejemplo más claro es el acuerdo de libre comercio alcanzado con la Unión Europea en 2019. La firma del mismo requirió dos décadas de complejas negociaciones, pero para que entre en vigor necesita ser ratificado.
Argentina
Alberto Fernández, para acelerar obras de infraestructura energética con el fin de lograr la exportación de energía no convencional fuera del Mercosur, proveniente de Vaca Muerta, realizó una petición de financiamiento que quedó sin ningún tipo de respuesta.
La cumbre celebrada en la capital de Paraguay fue la 60ª del bloque y la primera presencial desde la pandemia de COVID-19. La ausencia de Jair Bolsonaro en repudio de Uruguay, las enormes diferencias visibles a la hora de la firma de la declaración conjunta y la negativa por parte de Lacalle Pou a rubricarla debido a que no se hacía en ella ninguna referencia a la modernización del bloque ni a la flexibilización de las negociaciones bilaterales, dejan en claro cada vez más que el Mercosur se encuentra en un proceso de fragilidad extrema y necesita cambios profundos.
Por Matías Badora - Estudiante de Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional de Lanús.
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