Durante el ciclo de charlas “Democracia y Desarrollo” el presidente Luis Lacalle Pou detalló en que cuestiones de la práctica política los uruguayos se diferencian de los argentinos.
Contundentemente se dejó en evidencia lo que hace rato es costumbre en la vida política Argentina. Gobiernos que no llegan a finalizar, crisis económicas y políticas que le siguen, traspasos de mando que ahondan la inestabilidad y la intromisión de un poder en los oficios de otro, fueron los puntos mencionados.
Para finalizar, admitió con firmeza que “Los uruguayos no permiten excesos a sus políticos, son muy duros y contundentes electoralmente y en la crítica”.
La República Oriental del Uruguay se caracteriza por una política arquitectónica, donde los de arriba median con los de abajo en busca de consensos en medio de los conflictos, según afirmó el presidente de los orientales.
Por último, revitalizó el rol de los partidos políticos como canalizadores de demandas, papel que los partidos políticos argentinos no han podido cumplir. Es así como el Rio de la plata puede presentarse como una moneda con dos caras que se contrastan una de otra.
Lo manifestado por Lacalle Pou deja acentuado y en evidencia la pobre condición en la que se encuentra la vida política nacional. Esto nos lleva a preguntarnos si existirá en algún momento un punto de inflexión en la política de nuestro país, y el futuro cercano no parece arrojar una respuesta positiva.
Por Matías Marini - Estudiante de Ciencias Políticas en la Pontificia Universidad Católica Argentina.
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